domingo, 3 de julio de 2022

El análisis de Olé del posible penal para Racing al penal para Sarmiento por mano no cobrable


El sitio web del diario deportivo repasó las dos jugadas polémicas que se dieron en Junín entre el equipo de Damonte y el de Gago.


Dos jugadas cambiaron el curso del partido Sarmiento-Racing. Sobre el final del primer tiempo, el manotazo que tiró Franco Quinteros cuando caía un centro sobre el área local, que parece golpear en la cara de Copetti. La intención semeja un simple tanteo de dónde está el rival y, aunque de entrada no parece una falta, si se verifica que lo golpeó en el rostro (en varias de las tomas eso no se ve, en una parecería que sí) y lo sacó de la posibilidad de disputar la pelota, es una infracción sancionable aunque no haya sido intencional. Es en el área, por lo tanto penal, por imprudencia del defensor.

 Echavarría no vio falta y esperó la revisión del VAR, al cabo de la cual todo indica que Nazareno Arasa no lo invitó al juez principal a mirar la acción en la pantalla, se supone que por no haber considerado que hubo un "claro y evidente" error arbitral.



El golpe de Quinteros a Cppetti.



En el arranque del segundo tiempo se produjo la siguiente: ante un centro de Lisandro, la pelota dio en la mano que caía, apenas separada del cuerpo, naturalmente al costado del cuerpo de Insúa. A primera vista, Echavarría sancionó penal de inmediato. Aquí sí hubo llamado a revisión, lo que supone que, en la cabina VAR, la opinión era que pudo haber un manifiesto error del juez de campo. Pero el cordobés, después de verla en pantalla, ratificó su primera mirada, en lo que se revela como un error conceptual. Una mano, para no ser sancionada, no tiene que estar soldada al tronco del cuerpo del jugador. Si no está abierta, alejada de manera antinatural, no debe considerársela cobrable. 

La pelota le llega desde corta distancia, lo que no le da tiempo al defensor a poner la mano ahí o sacarla de donde estaba, y donde estaba no significaba una posición punible si se producía un rebote ahí (similar a la que Boca reclamó en el partido con Corinthians). Parecería que los árbitros tienen una dificultad grande para comprender cuál posición de un brazo es natural al movimiento que están haciendo, y cuál implica a sabiendas el riesgo de interrumpir un envío del rival.

Insúa y la mano que derivó en el 1-0 de Sarmiento


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