El estadio Sausalito de Viña del Mar fue el escenario de uno de los partidos más interesantes de los cuartos de final de la Copa América. En el duelo de candidatos, Argentina y Colombia animaron un compromiso cargado de figuras. A pesar de la decisión de José Néstor Pekerman, de reemplazar a Radamel Falcao por Jackson Martínez, los "cafeteros" se presentaron con nombres amenazantes, como los de Teófilo Gutiérrez, James Rodríguez o Juan Guillermo Cuadrado. Del otro lado, galácticos como Lionel Messi, Sergio Agüero o Ángel Di María prometían grandes emociones en el golpe por golpe.
Como era de esperarse, el encuentro se inició con un ritmo vertiginoso. La presión de los albicelestes en el campo opuesto era muy similar al que pregonaba su rival. La idea de quitar los espacios llevó al elenco de Gerardo Martino a recurrir por la individualidad del "Fideo". El atacante del Manchester United se proyectó por la banda izquierda y se asoció perfectamente con Javier Pastore, quien exigió a David Ospina. La soberbia respuesta del arquero derivó en un tiro de esquina que no pudo capitalizar Marcos Rojo. Si bien el ex Estudiantes cabeceó en soledad, su intento se fue por arriba del travesaño.
Cuando transcurría el primer cuarto de hora, los del "Tata" volvieron a tener un córner que despertó suspenso. A dos metros de la línea de meta, ni el "Kun", ni la "Pulga" pudieron definir la jugada. La vía aérea también despertaba conflictos en la última línea colombiana.
Como las triangulaciones ofensivas de los criollos conformaban el control del pleito, Pekerman sustituyó al delantero de River por Edwin Cardona para solucionar las filtraciones que sufría su selección. De todos modos, en la escena siguiente, el volante cordobés se adueño de la pelota y habilitó a Agüero. El del Manchester City logró un anticipo perfecto, pero su definición chocó contra las piernas del guardameta del Arsenal. En el rebote, la estrella del Barcelona tuvo todo el arco a su disposición, pero la recuperación del mejor hombre de Colombia volvió a ahogar el grito argentino.
Mientras el capitán albiceleste seguía desparramando colombianos, Pastore se encargaba de juntar marcas para liberar la zona de Di María. Así el rosarino se las ingeniaba para abastecer al "Kun", quien tuvo una labor muy sacrificada al pelearse constantemente con los centrales. De todos modos, el ex Independiente se las ingenió para descargar hacia la llegada de Lucas Biglia, pero el defectuoso disparo del volante de la Lazio no tuvo el destino deseado.
En el complemento, la merma física de los argentinos le permitió a los "cafeteros" plantarse unos metros más adelante. Sin embargo, el dominio continuaba teñido de celeste y blanco. Más allá de la posesión del balón, los de Pekerman tuvieron la oportunidad de sorprender con un testazo de Cuadrado, pero Sergio Romero intervino con seguridad.
El ingreso de Carlos Tevez por Agüero renovó el oxígeno en el ataque del bicampeón mundial, mientras que el cambio de Falcao por Jackson Martínez sólo aspiraba a algún contragolpe milagroso. Otro de los recursos para llegar a la red fue el disparo de media distancia de Éver Banega. El mediocampista del Sevilla recibió de Messi e hizo temblar el travesaño. El sonido metálico fue similar al que generó el rodillazo de Nicolás Otamendi en el palo izquierdo de Ospina.
En la última escena de la noche, una habilitación de Banega hacia el "Apache" pudo concluir el cotejo en los 90 minutos. El flamante delantero de Boca exigió a Cristian Zapata, quien en su afán de despejar dejó a su compañero desubicado y envió la pelota hacia el medio del arco. Sólo por la velocidad de Murillo, el marcador se mantuvo virgen.
En los penales se estableció el dramatismo: las conversiones de James Rodríguez, Lionel Messi, Radamel Falcao, Ezequiel Garay, Juan Cuadrado y Éver Banega parecían extender la definición hasta que Luis Muriel malogró su remate por encima del travesaño.
El gol de Ezequiel Lavezzi auguraba la clasificación argentina. Sin embargo, la efectividad de Cardona y el tiro desviado de Lucas Biglia le devolvieron las esperanzas a los de Pekerman. Ilusión que se desmoronó cuando Sergio Romero volvió a convertirse en héroe para detener el tiro de Camilo Zuñiga. Las desgracias de Marcos Rojo y Murillo continuaron con los aportes dramáticos, hasta que Carlos Tevez cerró la llave con un festejo imborrable. A pesar del sufrimiento, los del "Tata" avanzaron a la instancia de los cuatro mejores del certamen y ahora esperan por Brasil o Paraguay.
