Sergio Lippi fue presentado este miércoles como el nuevo director técnico de Crucero del Norte, en una conferencia de prensa en la que admitió que "tenemos la necesidad imperiosa de sumar puntos y engrosar el promedio". En cuanto al trabajo a realizar en su nuevo equipo, opinó que “deberemos priorizar las características de los jugadores. El objetivo ahora es Madryn, luego será All Boys. Nuestro colectivo va partido a partido”, bromeó. De cara a su primera presentación, el próximo fin de semana, aseguró que “vamos a Madryn con ganas de realizar un buen papel y lo anímico es fundamental”, dijo el reemplazante del "Chulo" Rivoira en la conducción del "Colectivero".
El DT que le dio dos ascensos a Sarmiento de Junín debutará este domingo ante Guillermo Brown en Puerto Madryn. En su presentación, valoró el nivel de las instalaciones del club colectivero y destacó la necesidad de sumar puntos.
Tras la partida de Héctor Rivoira, la dirigencia de Crucero se movió rápidamente y encontró a su sucesor: Sergio Lippi. El entrenador juninense, ex ayudante del “Chulo”, viene de realizar una magra campaña en Douglas Haig, institución donde de todos modos es querido por haber sido el artífice del ascenso al Argentino A en 2010.
Tras su presentación, Lippi se refirió a la dura parada que tendrá en su debut: Brown de Puerto Madryn de visitante: “Implica un viaje muy largo y contra un equipo que ha hecho las cosas muy bien, por eso está donde está”.
Sobre la situación en la que agarra las riendas del Colectivero, el entrenador determinó que “el equipo está peor de lo que se merece. Hubo partidos en los que se quedó sin nada, o sumando un empate, habiendo merecido más. Eso a veces forma parte de algunas rachas que hay que cortar”.
Si bien todavía no conoció a sus jugadores (no dirigió a ninguno de ellos previamente), adelantó que pudo ver que “hay jugadores de buen pie y eso siempre es bueno. La calidad técnica ayuda”.
Por otro lado, prefirió ser cauto respecto a su estilo de juego: “No me adhiero a los rótulos. Trataremos de que nos lleguen lo menos posible y de llegar y hacer daño la mayor cantidad de veces. Me parece que la cuestión pasa
en ese equilibrio de defender y atacar”.
Sergio Lippi nació en Junín, donde dirigió en tres períodos al Sarmiento de su ciudad natal: en uno de ellos lo ascendió de la B Metropolitana a la B Nacional, y luego le dio el histórico ascenso a la Primera División.
Además, entre 2003 y 2008 trabajó como ayudante de campo de Héctor Rivoira en Instituto de Córdoba.
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