lunes, 12 de diciembre de 2016

Resumen de la fecha 13: Boca puntero y Sarmiento recuperó la sonrisa con Burruchaga

El xeneize terminó siendo una bestia voraz que se come a todos “los chicos crudos” y a los grandes también. Encima recuperó al Tévez de los mejores tiempos, ahora convertido en un depredador. El presente del “bostero”.

 En una insospechada ley de golpe por golpe, Boca recibió cinco goles en los tres partidos más cruciales de este tramo del Campeonato de Primera División, pero resulta que en ese lapso convirtió diez, les juntó la cabeza a San Lorenzo, Racing y River y a favor de la caída libre de Estudiantes de La Plata ya dispone de un primer puesto que ofrece toda la cara de ser consolidado más tarde o más temprano.

Ahora fue el turno de celebrar en el mismísimo Monumental en uno de los Superclásicos más desquiciados de que se tenga memoria.

Un Superclásico en trayectoria de boomerang, puesto que Boca empezó jugando como para golear, entre el final del primer tiempo y los primeros tramos del segundo estuvo servido para que lo golearan y entre la convicción propia, los favores ajenos, y una mezcla de buena fortuna y jerarquía individual se consumó al cabo un 4-2 que resultará inolvidable.

Jamás sabremos cuánto influyó la insólita determinación de Marcelo Gallardo (sacó a Andrés D´Alessandro cuando hasta entonces era la manija de un River que en cada ataque merodeaba el 3-1), en todo caso el partido siguió once contra once, pero al ratito llegó el blooper del juvenil arquero Augusto Batalla y, sellado el 2-2, un Boca sin rumbo devino un Boca que olió sangre y persiguió a su presa.

(Por cierto: el “Cabezón” D´Alessandro volverá a Internacional de Porto Alegre y a su vez River debería volver a ser un equipo más o menos confiable el jueves próximo en el Mario Alberto Kempes, puesto que en Córdoba, en la final de la Copa Argentina versus Rosario Central, le irán los ahorros de todo el año).

Y con un Boca voraz, qué mejor que el resurgir depredador de un Carlos Tevez, artífice de su destino, del destino de su equipo y de su predestinado rol de héroe primordial: delicioso su chanfle, su remate arroscado o como se le llame a la sutileza que regaló en el gol que rompió el partido para siempre.

Si en efecto continuara su carrera en China, el de ayer perfectamente podía haber sido su glorioso partido de despedida, aunque de cara a una multitud de los primos: ahora, ¿qué más?

Pero entretanto el delantero de Fuerte Apache sugiere las cartas pero no termina de mostrarlas, resulta que Boca vive su momento más dulce desde que asumió el mando Guillermo Barros Schelotto y pese a que a veces defiende mal y otras veces directamente se niega a defender, se perfila como el candidato más natural a quedarse con el título.

Por la positiva y por la negativa, es decir, por ejemplo, por el cono de sombras que envuelve a un Estudiantes de La Plata que se ha caído a pedazos.

Primero perdió con Banfield, después no pudo con Talleres de Córdoba y ahora se autodestruyó de forma curiosa y penosa ante la humilde y austera formación de San Martín de San Juan.

El "Pincha" de La Plata generó como mínimo una docena de situaciones de gol y rubricó nada más que dos y los cuyanos generaron cuatro y rubricaron tres.

Aplauso, medalla y beso para la contundencia de San Martín y para los platenses un diagnóstico acaso severo pero inevitable: sin jerarquía en las áreas, no hay campaña que aguante.

Por carácter transitivo, el tobogán de Estudiantes ha llamado a la mesa a todo el mundo, no sólo a Boca y su envión goloso, no sólo a San Lorenzo y su costumbre de sumar con sufrimiento pero con goleadores cumplidores (Martín Cauteruccio y Nicolás Blandi), no sólo a Newell’s que con el gol de Joel Amoroso en Córdoba y otros dos que había convertido su prócer Maxi Rodríguez ya ha sumado cinco puntos en el último minuto de descuento.

También reclaman su lugar Lanús, Banfield y hasta el propio Independiente, que ganó después de varias fechas, a Colón, en Santa Fe, para colocarse a prudenciales seis puntos.

Más regular para el wing de los virtuosismos es lo de Lanús y Banfield: llevan cinco triunfos al hilo, el vigente campeón nacional quedó a tres y los de Julio César Falcioni quedaron a cuatro.

Entre los equipos que han recuperado la sonrisa destacaron Sarmiento de Junín (muy buen sumador desde que se hizo cargo del plantel Jorge Burruchaga “viejo y peludo” -Víctor Hugo dixit en el relato del glorioso gol de la final de México 86-), Vélez con su victoria versus Rafaela y cuatro sin caídas, Olimpo y su gran-golpe-gran en la casa del desconcertado Racing de Ricardo Zielinski, Temperley y sus tres puntos de platino a expensas de Godoy Cruz y Atlético Tucumán, que ahora dirigido por Pablo Lavallén, aplastó a Quilmes.

Y entre los abandonados de la mano del Altísimo sobresale Huracán, que volvió a perder, ahora con Néstor Apuzzo como DT interino, no gana desde la quinta fecha y examinar la tabla de los promedios le sabe tortuoso: ya ingresó en la zona de los descensos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario