Daniel Garro, de 26 años, quedó fuera del banco de suplentes, pero igual pudo conocer al N°10 de Boca, a quien admira
Daniel Garro, futbolista de Sarmiento de Junín, no tenía un domingo soñado. Es que las malas noticias le llegaban a cada rato. Primero, que quedaba fuera del banco de suplentes para el partido frente a Boca en la Bombonera. Luego, que su equipo sufría la derrota en un partido para el olvido. Pero todo cambiaría en cuestión de minutos y, pese a todo lo anterior, se convertiría en uno de los domingos más felices de su vida. ¿Por qué? Porque conocería a Carlos Tevez, su gran ídolo.
Es que la idolatría de Garro, de 26 años, no es sólo de palabra, sino que la lleva grabada en la piel. En una de sus piernas tiene tatuado a Carlitos, y no duda en mostrarlo cada vez que se lo piden. Por eso ayer, después del partido, y mientras aún se masticaba bronca en el vestuario visitante, fue a la puerta del equipo local y esperó por Tevez, por un saludo, por un gesto. Y lo consiguió. El N°10 de Boca le regaló su camiseta (no la del partido porque ya se la había regalado a un niño de la tribuna) y hasta le dio un consejo.
Tras el encuentro, el futbolista de Sarmiento de Junín contó detalles de su charla con el Apache y explicó por qué se convirtió en fanático suyo. “Carlitos es lo más grande que hay. Me dijo que me quedara tranquilo, que ya voy a jugar. Le dije que era mi ídolo porque nos representa a los pibes como yo, que salimos de abajo”, contó Garro en diálogo con los medios, según reproduce el diario Olé. “No pude jugar, pero lo pude conocer y eso vale muchísimo”.
Garro nació en San Luis y surgió futbolísticamente en Juventud Unida Universitario, de esa provincia. Fue traspasado a Estudiantes de San Luis y, tras cuatro temporadas, le llegó la chance de jugar en Sarmiento de Junín y de debutar en la Primera División del fútbol argentino. Ayer, tuvo la chance de estar en la Bombonera y de conocer a su ídolo. Sí, un domingo soñado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario